Juntando la naturaleza con la tecnología espacial

11/12/2013

Teniendo en cuenta que las enfermedades coronarias causan la muerte a unos 100 millones de personas en los países desarrollados, y que la demanda de trasplantes sigue siendo muy superior al número de donaciones, el desarrollo de un corazón completamente artificial ha sido el santo grial de la medicina cardiovascular durante las últimas décadas.

Este corazón protésico, una creación del visionario cardíaco Alain Carpenter es el resultado de 15 años de colaboración con el gigante aeroespacial Astrium, la subsidiaria espacial de EADS Carpentier fundó la compañía Carmat, filial de EADS, en el año 2008 para completar su desarrollo con el apoyo del gobierno francés y de un grupo de inversores.


Carmat consiguió desarrollar su primer corazón completamente artificial a principios de este año, gracias a la combinación de los conocimientos de Carpentier, inventor de las válvulas cardíacas artificiales más populares, con la experiencia de Astrium en la construcción de satélites.

El sector espacial tenía todos los ingredientes que Carmat necesitaba. Al trabajar mano a mano con un equipo de ingenieros espaciales, esta compañía pudo aplicar la experiencia de Astrium en el desarrollo de naves espaciales para garantizar los niveles de precisión y durabilidad requeridos para crear un órgano artificial.

Este dispositivo, compuesto en parte de tejidos biológicos y en parte de componentes espaciales miniaturizados, combina los últimos avances en medicina, biología, electrónica y ciencia de los materiales para imitar a un corazón real