El diagnóstico de la prostatitis es clínico y exige además un
análisis microscópico y cultivos de muestras de orina. Debe realizarse
también un tacto rectal suave.
Hay que realizar cultivos de sangre en los pacientes con
fiebre y astenia grave, confusión, desorientación, hipotensión arterial o
extremidades frías.
En los pacientes afebriles, lo adecuado es tomar muestras de
orina antes y después de realizar un masaje.
En los pacientes con prostatitis bacteriana aguda o
crónica que no responden favorablemente a los antibióticos, a veces pueden ser
necesarias una ecografía transrectal y una cistoscopia para descartar un
absceso prostático o la destrucción y la inflamación de las vesículas
seminales.