En la exploración de la litiasis renal, los pacientes pueden
presentar incomodidad evidente, palidez, incapacidad para encontrar una
posición cómoda, retorcimiento o cambios constantes de postura.
El abdomen puede ser un poco sensible a la palpación
profunda, en el lado afectado, al aumentar la presión sobre el uréter, pero no
hay signos peritoneales (rigidez muscular involuntaria, rebote, dureza).
En algunos pacientes, el primer síntoma es hematuria,
arenilla o la detección de un cálculo en la orina. Otros pacientes pueden tener
síntomas como fiebre, disuria u orina turbia o fétida.
Si se sospecha de la presencia de un cálculo hay que
realizar una ecografía y un análisis de orina.
Análisis de orina:
La hematuria macroscópica o microscópica es frecuente, pero
la orina puede ser normal a pesar de múltiples cálculos. Puede haber piuria con
o sin bacterias. La piuria deja entrever infección, especialmente si se combina
con signos clínicos, tales como la orina de olor fétido o la fiebre.
Puede haber un cálculo en el sedimento. Si es
así, son necesarias más pruebas para conocer la composición del
cálculo.
Los análisis de orina deben comprender un análisis habitual
o de 24 horas para determinar el volumen de orina, el pH y la excreción de
calcio, ácido úrico, citrato, oxalato, sodio y creatinina.
Pruebas de imagen:
La TAC helicoidal puede detectar la ubicación de
un cálculo, así como el grado de obstrucción. Por otra parte la TAC helicoidal
también puede revelar otra causa del dolor (p. ej., aneurisma de la
aorta).
En los pacientes con síntomas de repetición típicos, generalmente
la ecografía o la radiografía abdominal normal pueden confirmar la
presencia de un cálculo con mínima o ninguna exposición a la radiación.
La ecografía renal y la urografía intravenosa
pueden identificar cálculos e hidronefrosis. La ecografía es menos
sensible para los cálculos pequeños en los pacientes sin hidronefrosis, pero
la urografía lleva tiempo y expone al paciente al riesgo de los contrastes.
Generalmente, estos estudios se utilizan si la TAC helicoidal no está
disponible.
Identificación de la causa:
El cálculo se obtiene de la orina y se envía al laboratorio para determinar
si hay cristales. Algunos pacientes llevan sus propios cálculos. También pueden
enviarse muestras de orina que muestren cristales microscópicos.
Los pacientes con un único cálculo de calcio y sin
factores de riesgo tan sólo necesitan un análisis de orina y de
sangre para excluir el hiperparatiroidismo.
Una alimentación rica en proteínas o vitamina C o D
predispone a la aparición de cálculos.
En los pacientes con antecedentes familiares de cálculos, afecciones
que pueden predisponer a la formación de cálculos (p. ej., sarcoidosis,
metástasis óseas, mieloma múltiple) o afecciones que dificultarían el
tratamiento de los cálculos (p. ej., riñón único, anomalías de las vías
urinarias) hay que evaluar los factores de riesgo. Esta evaluación debe comprender
la determinación de los electrólitos séricos, el ácido úrico y el calcio en
más de una ocasión.
Si es necesario se realiza el seguimiento de las
concentraciones de hormona paratiroidea.