A menudo, las pruebas son innecesarias si sólo hay
lagrimeo, pero en cambio son necesarias en casos de dacriocistitis
infecciosa recurrente, que puede evolucionar a afecciones orbitarias más graves.
La prueba de Schirmer con una gran cantidad de humedad
(p. ej., > 25 mm) indica sequedad ocular por evaporación como causa del
lagrimeo, pero la prueba de Schirmer con muy poca humedad (5,5 mm) indica
sequedad ocular por insuficiencia acuosa. Normalmente, esta prueba la
lleva a cabo un oftalmólogo para garantizar una realización y una
interpretación correctas.
El sondaje con solución salina para el drenaje
lagrimal es una prueba que puede ayudar a detectar la obstrucción anatómica,
así como la estenosis debida a una obstrucción completa del sistema de drenaje nasolagrimal.
La irrigación se realiza con y sin fluoresceína. El reflujo a través
de la salida con señales de obstrucción fija y drenaje nasal
significan estenosis. Esta prueba se considera complementaria y la realiza
siempre un oftalmólogo.
Los estudios y procedimientos de imagen (dacriocistografía,
TC, endoscopia nasal) a veces son útiles para delimitar la anatomía anómala
cuando se considera la cirugía o de vez en cuando para detectar un
absceso.