La anamnesis, la exploración física, las
pruebas de función pulmonar (espirometría), la gasometría arterial, la
radiografía de tórax, el análisis de sangre, el examen del esputo, las pruebas
de alergia y las pruebas de provocación forman parte del arsenal diagnóstico
del asma.
El diagnóstico
diferencial incluye, entre otras patologías, otras enfermedades
obstructivas de la vía aérea (enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC],
bronquiolitis…), la insuficiencia cardíaca, la obstrucción de las vías
respiratorias superiores por tumores o edema laríngeo, la disfunción laríngea o
la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).